Ldo. John W. Jimenez G. Colegiado Nº 24099 COFM

Cambios de temperatura en nuestro gato y peligros del frío

Aunque el pelo del gato es bastante fuerte y les protege de altas y bajas temperaturas, no es infalible del todo. Los gatos son animales de sangre (muy caliente), por lo que necesitan una temperatura idónea para evitar enfermedades o males mayores. ¿Cuál es esta temperatura?

¿A qué temperatura tienen frío los gatos? 

Esta podría ser una de las preguntas del millón para los dueños de gatos novatos. Pues bien, al igual que los humanos, los gatos sienten frío en invierno y calor en verano, siendo más peligroso lo primero. En condiciones extremas, al igual que nosotros, pueden sufrir hipotermia o congelación. Los gatos son capaces de mantener su temperatura corporal constante aunque la temperatura externa sea diferente. Estos animales tienen mecanismos que les permiten adaptarse a las temperaturas (sean frías o calientes), pero tienen un límite. Las temperaturas extremas pueden suponer un problema para ellos. 

La temperatura ideal para las mascotas oscila entre los 30 y 38º C. A partir de los 29º C la mascota puede empezar a sentir frío y este va en aumento si la temperatura disminuye, especialmente en invierno, debido a la humedad o el viento.

Hace frío: ¿demasiado?

Lo importante para saber si tu gato tiene demasiado frío, es simplemente observarlo. cambiará su rutina, su conducta o sus rincones favoritos- También puede haber cambios físicos como el frío que notes en sus orejas, cola o almohadillas. El síntoma definitivo sería, lógicamente, el observar temblores en el mismo.

Los temblores son un mecanismo de defensa que ayuda a las mascotas a generar calor gracias a las contracciones musculares que se producen con cada temblor. Por otra parte, podrás darte cuenta de que tu gato tiene frío si está menos activo de lo normal o si tiene el pelo erizado. Cuando el pelo de la mascota se levanta, se forma una especie de cámara de aire que ayuda a retener el calor.

Algunos gatos aguantan más, otros menos

Como ya sabes, la tolerancia al frío en el caso de los gatos puede variar en función de la raza y del pelaje, así como también de la cantidad de grasa corporal, de la edad, de su salud y de otros muchos factores. Pero por lo general, son los gatitos y los gatos mayores, así como los gatos con problemas de salud, los que más riesgo sufren de padecer frío con la bajada de temperaturas. Lo mismo sucede en el caso de los gatos con poco pelo como el Sphynx, el Devon rex, el siamés o el Abisino, entre otros.

Para evitarles esa sensación de frío asegurarles un ambiente cálido en casa y también varios refugios repartidos por el hogar con mantas o incluso con bolsas de agua caliente o ropa especial para gatos.

Consecuencias más probables

Este descenso brusco en la temperatura corporal de nuestro gato, puede provocar que nuestro felino se resfríe y también que presente algunos síntomas como los que podemos experimentar los humanos en estos casos: exceso de mucosidad, ojos llorosos, estornudos y también estará mucho menos activo.

En casos más extremos en los que el felino haya estado expuesto durante demasiado tiempo a temperaturas muy bajas, pueden incluso llegar a experimentar casos de hipotermia con síntomas como: temblores constantes, rigidez, dificultad para respirar y con alteración en sus constantes vitales.

Ante cualquiera de estos síntomas es imprescindible que tratemos de ayudar a que nuestro gato pueda entrar en calor y llevarlo rápidamente al veterinario. De no hacerlo, podría sufrir daños graves en su salud.