Es posible que alguna vez hayas escuchado hablar acerca del virus de la leucemia felina y de lo peligrosa que puede hacer para tu amiguito peludo. Sin embargo ¿sabías que es más común de lo que piensas? En este artículo te lo contamos todo.
¿Qué es el virus de la leucemia felina?
También conocido como VLFe, es un retrovirus que infecta únicamente a los gatos y ataca su sistema inmunitario. La infección vírica actúa en el sistema inmunitario del felino debilitándolo y haciéndolo menos resistente a otras enfermedades.
¿Cuáles son las vías de transmisión?
El virus de la leucemia felina no sobrevive durante largos periodos fuera del gato. Por tanto, la transmisión se realiza por contacto directo entre los gatos o el contacto inmediato a través de cualquier fluido, principalmente por la saliva o las secreciones nasales.
Otra de las formas de contagio es a través de la ingestión de agua o alimentos infectados, arañazos o mordeduras por peleas entre gatos, inoculación mediante insectos transmisores e incluso mediante el acicalamiento entre gatos y el contacto sexual. La gata también puede transmitir el virus a sus cachorros durante la gestación o incluso mediante la lactancia.
Por otro lado, hasta la fecha no existe ningún humano ni otra especie infectada, es decir, que el virus se contagia estrictamente entre felinos.
¿Cuáles son los síntomas del virus de la leucemia felina?
Los signos y síntomas de la infección suelen ser bastante variados y van desde trastornos que pueden parecer leves hasta infecciones más graves.
En concreto, alguno de los síntomas que pueden presentar son la pérdida del apetito y de peso, deficiencias en el pelaje, cansancio, somnolencia o inactividad, falta de aseo, fiebre, convulsiones, enfermedades bucodentales, fatiga, enfermedades bacterianas y virales recurrentes, anemia, diarrea e ictericia.
Si tu gato presenta varios de estos síntomas, consulta a tu veterinario. El podrá guiarte y darte las indicaciones adecuadas.
¿Cuál es el tratamiento y el pronóstico de vida?
Al día de hoy, no existen tratamientos que se consideren totalmente eficaces para combatir esta infección. Además, alrededor del 15% de los gatos infectados pueden desarrollar algún tipo de cáncer. Todo esto conlleva a un pronostico de vida muy corto. Lamentablemente, la mayoría de los gatos infectados fallece entre seis meses y cuatro años posterior al diagnóstico.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Aunque sucede en contadas ocasiones, también es posible que el sistema inmunológico de tu gato supere el virus. En este caso, es posible que se vuelva inmune, volviéndose portador de la enfermedad y aunque no la padecerá, si que podrá transmitirla.
Entonces, ¿qué puedo hacer para prevenirlo?
Existen vacunas que ayudan a la prevención. Sin embargo, al igual que que como sucede en otros casos, ninguna de las vacunas ofrece una protección del 100%. A pesar de ello, muchos expertos la aconsejan sobretodo en aquellos casos donde existe exposición al virus.
¿Tienes alguna duda? no olvides que estamos para servirte, si te surge alguna inquietud en cuanto a este tema u otro relacionado a tu mascota, estaremos encantados de ayudarte.
