Ldo. John W. Jimenez G. Colegiado Nº 24099 COFM

Hablamos sobre la procesionaria: conceptos másicos y kit de emergencia

Si tienes una mascota habrás hablado en varias ocasiones con tus allegados sobre la procesionaria. Esta oruga es uno de los peligros más cercanos, evidentes y potencialmente peligrosos que podemos encontrar en el día a día durante los habituales paseos a nuestro perro. Vamos a explicar un poco mejor de donde viene este peligro, precauciones y remedios en caso de topar con una procesionaria.

¿Qué es la procesionaria?

La mariposa adulta pone huevos entre julio y agosto y se van convirtiendo en orugas. A partir de febrero, marzo, ya bajan en procesión de los árboles a enterrarse, convertirse en crisálidas para hacer su proceso final y convertirse en mariposa y a partir de junio, julio volver al proceso final. Cuando hacen esa “procesión” es el punto donde pueden ser peligrosas para nuestras mascotas.

¿Por qué es peligrosa la procesionaria?

La oruga adulta tiene unos pelitos urticantes que pueden generar erupciones cutáneas de diferente gravedad si entran en contacto con un perro. Es por ello que hay que intentar a toda costa que este contacto no se produzca. Un perro habituado al campo no se acerca ni la huele, pero uno que no lo esté igual se acerca. Ahí viene el problema. Para las personas no suele serlo. La mayoría de los problemas es una pequeña erupción, pero a todos no nos reacciona igual.

¿Cómo evitamos a la procesionaria en nuestro jardín o parcela?

Lógicamente los problemas aumentan si tenemos vegetación abundante en nuestra propiedad, terreno por el cual seguramente nuestro perro campe a sus anchas.

Lo ideal es ponerles trampas. Poniendo unos troncos cónicos invertidos con zona de agua para que caigan antes al agua que al suelo, por ejemplo, es una trampa que permite evitar que bajen. También viene bien tener algún tipo de pájaro insectívoro que se alimentan de estas larvas. También vale con pisarlas, aunque hay gente más sensible a la que le puede afectar la urticaria, por lo que es casi mejor no tocarlas. Los insecticidas no están aprobados porque también afectarían a otros organismos como las abejas. La opción definitiva es que un especialista elimine el nido.

¿Cómo saber si nuestro perro ha estado en contacto con la procesionaria?

Resumidamente, vas a darte cuenta muy rápido, ya que los efectos son claramente visibles, empezando por cambios en su comportamiento bruscos y evidentes.

En el momento en el que los pelillos de la oruga entran en contacto con los ojos o con las mucosas (nariz y boca), nuestro pequeño empezará a sentir picores, urticarias y sensación de quemazón. Será fácilmente detectable en su comportamiento porque le notaremos nervioso, empezará a babear y a rascarse la zona afectada con las patas. Seguido de dificultad para respirar, indigestión, aumento de la temperatura corporal y fiebre.

En algunos casos más graves, en los que haya podido ingerir alguno de los pelos, podremos detectar también inflamación, piel dañada, vómitos, manchas rojizas o moradas en la lengua, y ampollas, pudiendo llegar incluso a aparecer necrosis en la lengua y en la garganta, incluso convulsiones. Estos síntomas no se producen de forma tan inmediata como los anteriores, pero es importantísimo reaccionar rápidamente en caso de ingesta para evitar consecuencias nefastas.

Lo principal es averiguar qué tipo de contacto ha habido ya que, aunque es difícil que llegue a tragarse una oruga, debido a la irritación que provocan sus pelos y que por lo general, una vez chupada o mordida, la suelte y no se la trague; en caso de que llegue tragarla, debemos reaccionar de forma muy rápida.

¿Qué hacer si tu perro ha tocado una procesionaria?

Como decimos, lo primero es actuar muy rápido. El primer paso es lavar la zona afectada para diluir el tóxico, evitando se trague los pelos y siempre de forma que éstos sean expulsados hacia el exterior. Lo ideal es realizar este lavado con suero fisiológico pero, en caso de que esto no sea posible, podremos lavarle con agua caliente.

Es muy importante que en ningún caso frotemos, ya que podríamos romper los pelos urticantes y liberar la toxina, que es justo lo que queremos evitar

Una vez lavada la zona, debemos llevarle lo antes posible al veterinario, por si necesita un tratamiento de urgencia. En caso de que estemos en una una zona de riesgo y alejada de clínicas veterinarias, puede ser recomendable llevar con nosotros, un kit de emergencia para detener una posible reacción.

Kit de emergencia y medicamentos para procesionarias

Para tratr de emergencia la picadura de una procesionaria, existe un medicamento de uso veterinario llamado Depo-Moderin, solución inyectable que puede usar en estos casos y es realmente efectivo. En este link podéis ojear sus prestaciones y contraindicaciones.

Existe también un kit básico para emergencias relacionadas con la procesionaria. Este kit está orientado a gente experta o mínimamente acostumbrada a inyectar medicamentos habitualmente, o si la situación es de extrema gravedad. Estos kits suelen contener:

  • Urbason inyectable, corticoide, componente activo metil-prednisolona. La dosis es de hasta unos 10 mg/kg, por lo que para un perro de 25 kilos se debería inyectar una ampolla de 250 mg.
  • Una jeringuilla de 250 mgrs
  • Una aguja esterilizada
  • Una botella o termo con agua caliente para limpiar la zona afectada, sin frotar, tan solo dejar que caiga el agua para eliminar los pelos urticantes y anular la toxina.

Una vez hayamos administrado la dosis conveniente a nuestro peludo nos dirigiremos al veterinario más cercano para que continúe con el diagnóstico y el tratamiento adecuado.