Ldo. John W. Jimenez G. Colegiado Nº 24099 COFM

Mi perro estornuda: ¿Frío, alergia, o algo más?

Las bajadas de temperaturas que produce la llegada del invierno afectan a buena parte de la población con gripes o con incómodos resfriados que normalmente, siempre vienen acompañados de estornudos. Este gesto que parece tan “humano”, y lo es, también es realizado por los perros, pero no siempre es producto de un catarro.

Hay muchas razones que pueden provocar el estornudo en tu perro, y no todas ellas tienen por qué ver necesariamente con el frío o el cambio de temperaturas. Por ejemplo, la excitación puede ser a veces una de las razones por las que el perro estornude. La excitación que le provoca ver a su dueño después de un tiempo, cuando está jugando o cuando está muy contento, suele manifestarse en muchas ocasiones en forma de estornudo. De ahí que estos estornudos, por mucho que puedan extrañarte si son muchos y muy seguidos, no dejan de ser un motivo de tranquilidad en vez de un motivo de alarma.

Sin embargo, en estas semanas que corren donde empieza a llegar (por fin) el frío, es cuando muchas veces los estornudos de un perro vienen acompañados de mucosidad excesiva y ojos irritados. En este caso sí que pueden deberse a un catarro o también significar la presencia de una alergia. Polen, ácaros o alguna reacción son los factores más comunes que pueden hacer que un perro sufra un brote. Otra posible razón es que tu perro haya inhalado alguna sustancia irritante. Los nervios de la nariz tienden a sensibilizarse, provocando que el perro estornude bien con un sonido notable o de forma espontánea y explosiva, facilitando la expulsión de estos agentes externos que le irritan las fosas nasales.

Sin embargo, lo mas probable de todo es que si tu perro estornuda es simplemente que ha cogido frío. Un catarro en perros es inofensivo y no suele requerir más que mucho reposo, beber líquidos, aire fresco y un lugar cálido y seco para dormir. Vamos, algo muy similar a lo que haríamos si fuéramos nosotros los que tenemos dichos síntomas.

Puede ser que en algunos casos sea necesario administrar medicamentos prescritos por el veterinario. Algunos de ellos son expectorantes, antiinflamatorios, fármacos para reforzar el sistema inmunitario o antibióticos. Por ello es siempre muy importante hablar con el veterinario antes de darle a tu perro remedios caseros. Nunca utilices medicamentos para personas, ya que los perros no suelen tolerarlos.

Sí puedes ayudar a tu perro con la respiración. Para ello, pon al perro en un trasportín y coloca un bol con agua caliente delante. Puedes añadir un poco de manzanilla o salvia. A continuación, cubre el transportín y el bol con una sábana. Además, conviene que deis paseos cortos durante la recuperación y que evites el estrés.

La mayoría de casos de resfriado en perros remiten a los pocos días sin más. Con suficiente reposo y calor, es raro que el veterinario tenga que intervenir. Sin embargo, si los síntomas persisten varios días o el estado del perro empeora, es conveniente que lo lleves.

Si no se trata, una inofensiva gripe en perros puede transformarse fácilmente en una neumonía. Además, tras los síntomas de resfriado pueden esconderse causas menos inocuas. Si el causante es otra enfermedad subyacente, el pronóstico dependerá de lo bien que esta se pueda tratar.