Si hablamos de enfermedades peligrosas, la Leishmaniasis desde luego forma parte de esta lista. Si no la conocías es una enfermedad causada por un organismo protozoario y se transmite de un perro infectado a otro a través de la picadura de un mosquito (Flebotomus spp). El principal problema con esta enfermedad es que no existe una cura: solo puede ser controlada. Por eso la importancia de la prevención, el no hacerlo podría significar incluso la muerte para tu mascota.
Leishmaniasis en España: lugares y épocas de mayor riesgo
En España, las regiones que más reportan esta enfermedad son las de Aragón, Cataluña, Madrid, Baleares, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León. En el resto de las regiones se manifiesta con menos frecuencia.
De igual manera, el período de expansión de esta enfermedad comienza finalizando la primavera y termina a principios de otoño, lo que corresponde a los meses con más altas temperaturas y con más presencia de mosquitos. Sin embargo, en algunas zonas de España u otros países con climas más calientes, su transmisión se da durante todo el año.
Vías y formas de transmisión
La única vía de transmisión es por la picadura del mosquito flebotomo que previamente ha picado a un perro infectado, pudiendo así transmitir la enfermedad a 2 o 3 perros antes de morirse.
Estos mosquitos son de color pajizo claro a marrón oscuro. No suelen verse de día debido a que normalmente habitan en grietas y hendiduras. No viven en playas, pero están presentes en áreas rurales o parques y otros lugares con árboles de las ciudades. Aunque normalmente pican en el exterior, también pueden estar en el interior de las casas.
Además, su ciclo de actividad comienza por la noche y se extiende hasta el amanecer, siendo las noches cálidas las preferidas por los mosquitos del mediterráneo.
Dicho padecimiento no distingue de razas y edades. Sin embargo, existe una mayor prevalencia en perros con edad inferior a los 3 años y entre los 8 y 10 años de edad. Algunas razas como el pastor alemán o el bóxer parecen ser más susceptibles.
Síntomas de la Leishmaniasis
Esta enfermedad puede presentarse de dos formas: cutánea (afecta la piel) y visceral (se ven afectadas las vísceras, especialmente hígado y riñones).
Uno de los síntomas principales es la presencia de úlceras en las patas, en la cabeza o en las orejas. Pero también pueden presentar:
- Inflamación ocular que puede llegar a afectar su visión
- Perdida de pelo alrededor de los ojos y en las orejas
- Crecimiento inusual de las uñas
- Caspa en la cabeza
- Diarrea
- Sangre en la orina
De igual forma, existen otras señales que son difíciles de detectar pero que pueden ser indicadores de que tu perro ha sido infectado por este parásito. Por ejemplo:
- Atrofia muscular, debilidad general y cojera persistente
- Aumento de los ganglios de las ingles y el cuello
- Conjuntivitis
- Dermatitis
- Fiebre
- Hemorragia nasal
- Inflamación articular y/o del abdomen
- Pérdida de peso inusual
Sin embargo, no todos los perros muestran los mismos síntomas, e incluso, pueden llegar a no presentar ninguno durante varios años. Esto va a depender principalmente del sistema inmunitario de tu mascota.
Tratamiento de la Leishmaniasis
Como lo hemos dicho anteriormente, la Leishmaniasis no tiene cura, solo tratamiento que suprimirá los síntomas. Existen varios fármacos disponibles en nuestra farmacia como el Glucantime, Milteforan y Leisguard; tu veterinario le recetará a tu mascota el más adecuado.
Aunque el tratamiento puede durar varias semanas, el parásito continuará en el sistema del perro una vez terminado. Luego de esto, es posible que se presenten recaídas que afecten su estado de salud. Por eso la importancia de la prevención. Sin embargo, si tu perro está infectado, lo mejor que puedes hacer es ser consecuente con su tratamiento. Actualmente la mayor parte de los perros con Leishmaniasis son capaces de llevar una vida normal, siempre y cuando se tengan los cuidados mínimos y se vigilen muy de cerca en caso de una recaída.
¿Cómo puedo prevenir el contagio?
Existe una vacuna específica contra la Leishmaniasis que puede ser aplicada desde el primer año de edad. Pregúntale a tu veterinario para que te recete la más adecuada y te indique la frecuencia y forma de aplicación.
También es recomendable tomar medidas para prevenir la picadura del mosquito, como instalar mosquiteras en casa y rociarlas con insecticidas. Durante los meses de mayor incidencia, lo mejor es evitar sacar a pasear a nuestra mascota durante la noche o en zonas donde habitan estos pequeños insectos (parques, plazas y lugares con muchos árboles).
Y por supuesto, recomendamos el uso de collares y pipetas que ayudan a prevenir la picada del mosquito flebotomo y de otros tipos de parásitos que pueden causar enfermedades a tu amigo. Puedes leer más acerca de las enfermedades más frecuentes en verano aquí.
Y yo: ¿tengo algún riesgo de contagio?
Si, puedes contagiarte de la misma forma que tu perro: si te pica un mosquito flebotomo que previamente ha picado a un perro infectado. Sin embargo, esta enfermedad tiene una incidencia baja entre los seres humanos y suele afectar mayormente a las personas con sistemas inmunológicos débiles o inmunodepresivas. Refuerza la prevención usando repelentes para insectos sobre todo en las zonas y épocas de mayor contagio.
Como siempre, tu amigo «y tu propio cuerpo» agradecerá tus cuidados. Recuerda que tu mascota es tu responsabilidad, su compañía lo vale y, además, te necesita saludable para jugar.
Y no olvides que, si tienes alguna duda o necesitas información adicional, nuestros profesionales estarán encantados de ayudarte.
