Por todos es sabido que los gatos y el agua no son especialmente amigos. Tanto a nivel higiénico como a nivel hidratación, a los gatos les vale con muy poco. Sin embargo, sí que es importante tener en cuenta que en estas fechas veraniegas nuestros amigos gatunos necesitará un poco más de ayuda a la hora de hidratar sus cuerpos. Es importante animar a nuestro gato a que beba agua de una manera u otra durante todo el año, pero sobre todo en verano. En el artículo de hoy os explicamos como conseguir “atajos” o trucos para que el gato o gata se mantenga hidratado y así evite problemas graves como los temidos golpes de calor.
La primera medida que debemos tomar es la de colocar bebederos con agua fresca y limpia distribuidos por diferentes rincones de la casa. De esa manera, si el gato en un momento dado quiere beber aunque esté débil, va a tener un bebedero cerca.
Un truco habitual es el de congelar comida caldosa e hidratante. Leche, caldos o cualquier alimento que pueda gustar y refrescar a partes iguales a nuestro gato. De esta manera, estará alimentándose a la vez que “bebe agua”. Puestos a engañar a nuestro amigo, también podemos, por ejemplo, mezclar su agua con alimentos que sepamos que le gustan (atún o caldo de gallina son dos habituales). De esta manera el gato tendrá más ganas de beber agua y conseguiremos que esté hidratado y contento con sus nuevos sabores.
También podemos valorar incluso valorar mezclar el pienso seco con un poco de agua o leche para que su alimento habitual esté un poco más fresco en estos calurosos meses. La comida húmeda es por tanto una muy buena solución.
Otro truco muy curioso es el siguiente. Al igual que los humanos, a los gatos les apetece echar un trago después de comer. Si reducimos sus raciones y hacemos que tenga más comidas durante el día, acudirá más veces a beber agua por inercia propia. También los gatos se ven normalmente muy atraídos por el agua en movimiento (fuentes, grifos…). Este hecho les atrae, por lo que sea, mucho más que el agua estancada, por lo que podemos comprarle pequeñas fuentes de agua que quizá hagan más atractivo su consumo.