La palabra coronavirus forma parte de nuestras vidas desde hace un par de años. En lo que tiene que ver con coronavirus en mascotas, sobre todo perros, aún queda mucho por escribir y hay todavía muchas incógnitas. Lo que si parece quedar claro es que, el coronavirus perruno combinado con otras patologías como el parvovirus, puede ser aún más letal.
El parvovirus, conocido comúnmente como parvo, tiene una mortalidad del 50% entre los perros jóvenes que no están vacunados. Es una enfermedad vírica e infecciosa que presenta una gran capacidad de adaptación y resistencia y puede llegar a resultar mortal si no se detecta a tiempo. Por eso, aunque no es obligatorio, cada vez son más los que se vacunan.
Se trasmite por vía oral y suele encontrarse en las heces de los perros infectados. El problema principal es que el virus puede estar vivo varios meses fuera del cuerpo del perro y aprovecha la inmadurez del sistema inmunológico del cachorro para infectarlo.
La infección por parvovirus causa fundamentalmente enteritis aguda y el animal puede llegar a necesitar un ingreso con el coste adicional que esto supone. Si observamos cualquiera de estos síntomas debemos acudir a un veterinario de inmediato que decidirá cuál es el tratamiento más recomendable para cada caso. No existe un tratamiento específico para la cura del parvovirus, la única solución será intentar paliar los síntomas provocados por la enfermedad, evitando la deshidratación y protegiendo el tracto intestinal. Este virus no suele dejar secuelas y remite por completo a largo plazo. Aunque el animal esté totalmente recuperado deberemos seguir los consejos del veterinario en cuanto a alimentación e higiene para evitar una nueva infección.
Parvovirus + coronavirus = Peligro
Los problemas crecen cuando este virus se junta, asemeja o suma a una infección por nuestro querido coronavirus. Dependiendo del estado del sistema inmunitario de la mascota, los perros reaccionan de forma diferente a una infección por el coronavirus canino. Los cachorros o peludos con otras dolencias (como el mencionado parvovirus) muestran procesos más severos que los perros adultos con un sistema inmunitario fortalecido.
Los perros con coronavirus pueden presentar los siguientes síntomas:
- Síntomas generales como somnolencia, debilidad, falta de apetito, fiebre
- Diarrea acuosa frecuente con trazas de sangre o mucosas y vómitos
- Pérdida severa de agua (deshidratación) y fluctuaciones en el balance de los electrolitos que pueden causar problemas circulatorios y arritmia cardíaca
- Los perros inmunocomprometidos pueden morir como resultado de la infección
Estos síntomas no deben ser pasados por encima, sobre todo, en los cachorros, ya que estos pueden entrar en situaciones en las que peligra su vida con rapidez debido a sus bajas reservas de energía. Por lo tanto, el tratamiento se centra en medidas para reducir la diarrea y estabilizar la circulación del peludo:
- Terapia de fluidos y electrolitos por vía intravenosa o bolo bajo la piel
- Retirada del alimento (no más de dos días)
- Evitar las infecciones bacterianas secundarias mediante antibióticos
- Combatir la infección con antivirales
- Si la temperatura corporal es muy baja es conveniente calentar a los perros con almohadillas o mantas térmicas (evitando el sobrecalentamiento)
- Después del tratamiento se debe alimentar al can con una dieta blanda durante varios días. Por ejemplo, el arroz (sin aromatizante) con pollo cocido es adecuado para este propósito.
- Evitar el estrés