La bajada de las temperaturas producto de las lluvias y el aumento de humedad afectan directamente a tu gato, produciendo algunas afecciones y enfermedades típicas de esta etapa lluviosa del clima de otoño como son:
Artrosis
Aunque este clima húmedo no es el causante de la artrosis, sí que acentúa sus síntomas. Es por ello que, posiblemente, tenga menor movilidad en sus articulaciones a causa del dolor acrecentado por el clima. Acurrúcale, mantenle calientito y dale más cariño de lo normal, eso al menos reducirá el estrés que pueda causarle el dolor.
Enfermedades respiratorias
Rinotraqueitis y el Síndrome respiratorio felino son dos de las más comunes y muy contagiosas enfermedades respiratorias pero que, siendo tratadas a tiempo y con cautela, no se vuelven crónicas o dejan secuelas que puedan comprometer la vida del animal.
Si tu gato estornuda con frecuencia, presenta úlceras en la lengua, fiebre, tos, lagrimeo, irritación o mucosidad nasal en exceso, acude a tu veterinario de confianza para iniciar su tratamiento médico cuanto antes.
Parásitos
SI tu gato es de los que se echa sus escapadas a la calle o simplemente tiene acceso fácil al exterior, es de sumo cuidado desparasitarle para evitar que hagan un nido de él parásitos como las pulgas o garrapatas, transmisoras por naturaleza de graves enfermedades que incluso afectan a nosotros los humanos.
Leishmaniosis
Aunque el mosquito transmisor de esta enfermedad vive y pica durante el verano, la llegada de los primeros síntomas de esta enfermedad podrían aparecer tardíamente, es decir, por estas fechas.
Por lo que es prudente acudir al veterinario para realizar un análisis sanguíneo que determine (esperemos que no) el posible contagio y permita actuar en su tratamiento cuanto antes.
Caída de pelaje
Ya estando en proceso «para estas fechas» de segunda muda de pelo o a poco para ella, es importante tener cuidado con las bolas de pelo. Por lo que es necesario aumentar la frecuencia de peinado y así evitar que vaya por la vivienda vomitando de estas bolas sin parar.
Como podrás notar, esta humedad y frio típica de esta época de cambio de otoño a invierno es peligrosa para tu gato. Préstale mayor atención, protégele y ante cualquier cambio en su personalidad o sospecha de enfermedad, acude a tu veterinario de confianza lo antes posible.
Y recuerda, si tienes alguna duda o necesitas información adicional, estaremos encantados de ayudarte pues para nosotros el bienestar de tu amigo gato es importante.
