Ldo. John W. Jimenez G. Colegiado Nº 24099 COFM

Llega la nieve: ¡cuida las almohadillas de tu perro!

Las almohadillas de las patas de los perros son muy importantes, ya que son la zona del pie que entra en contacto con el suelo, por lo que puede dañarse o herirse con facilidad. Por ello, es conveniente prestarles atención y tratar cualquier problema que se presente, para que nuestro perro no sufra y se recupere con rapidez. Las almohadillas de los perros son duras y resistentes, pero a veces sufren una fuerte abrasión debido tanto al tipo de suelo que pisan como a la temperatura, objetos cortantes o caminatas excesivas. El frío de estos días y la posible nieve, son también factores de riesgo a los que hay que prestar especial atención.

Las almohadillas de los perros son realmente resistentes, pero pese a ello la nieve y el frío pueden pasarle factura. Además, no todas las razas de perro aguantan el frío de igual manera y dado que las almohadillas son una de las partes físicas más importantes de los perros, hay varias recomendaciones que tenemos que tener en cuenta para protegerlas de los agentes externos, fuertes y cuidadas.

En los días de nieve, frío y heladas fuertes, es importante intentar no pasear por suelos de piedra, que son las superficies que más “agarran” el frío. Siempre mejor hacerlo por tierra o hierba.

Si vas a llevar a tu perro a la nieve (donde seguro disfrutará de lo lindo), puede ser interesante ponerle unos botines especiales para protegerle del persistente frío. También existen cremas adherentes y vaselinas que pueden dar una protección externa y extra a tu amigo perruno.

La piel puede resecarse por el frío, al igual que nos pasa a los humanos, y crearse grietas o heridas bastante dolorosas. Al igual que haríamos nosotros en este caso, también cremas cremas hidratantes especiales para sus almohadillas. Si estas heridas o lesiones van a más, tendremos que hacer una visita a nuestro veterinario de confianza.

Atención aún más especial hay que tener con los cachorros. Sus almohadillas aún no se han desarrollado por completo y no tienen toda la protección natural que deberían, y estas heridas pueden aparecer más rápido. En estos casos directamente es mejor evitar pasear a los pequeños en días de extrema nieve o heladas.